Catedral de St. Andrews
Sus orígenes se remontan hasta el año 742, cuando las reliquias del apóstol San Andrés (Saint Andrews), luego patrón de Escocia, llegaron a esas tierras.A partir de ahí su historia fue muy agitada, pasando por numerosas vicisitudes.Pero además la catedral de Saint Andrews fue víctima de los turbulentos momentos vividos en Escocia durante el siglo XVI con motivo de la Reforma Protestante y la dura reacción del presbítero John Knox, lo que dio lugar a que fuera semiderruida.Tras un tiempo en el que se dudó sobre la posibilidad de su reconstrucción, poco a poco sus piedras se fueron utilizando para distintas obras civiles en la propia localidad de Saint Andrews.Gran parte del terreno se encuentra ocupado por un enorme cementerio, donde antiguas tumbas de distintos tamaños y categorías se distribuyen libremente por doquier, dando lugar a un escenario impresionante que evoca la grandiosidad de esta catedral, en su día la más grande de Escocia.