Aunque existen restos de una domus romana en la cripta, dichos eventos no han sido contrastados por arqueólogos o historiadores.
[5] En 1679, el obispo Miguel Jerónimo de Molina decidió reemplazar el antiguo coro medieval por uno barroco, por lo que se contrató al arquitecto Lorenzo Gafà para dicha tarea.
El coro y la sacristía, que sobrevivieron al terremoto, se incorporaron a la nueva catedral.
[6] Una gran parte del mobiliario de la catedral, incluyendo la pila bautismal y el portal, están talladas en madera irlandesa.
Se exhiben paneles medievales antiguamente ubicados en la catedral, una galería con numerosas monedas antiguas, platería religiosa y doméstica, vestimenta, mobiliario y 76 tallas originales de madera del artista alemán Alberto Durero.