La capilla del baptisterio, en la nave lateral izquierda, de estilo barroco, posee una pila bautismal monolítica.
En las capillas se encuentras diversas lápidas, algunas, en la nave lateral derecha, realizadas por Ernesto Korrodi.
Detrás de la catedral, al este, se encuentra el claustro, constituido por tres galerías y un austero patio interior, realizado en piedra, en el que hay un pozo.
La catedral es una de las pocas en Portugal en las que la torre campanario está separada del edificio principal.
A la izquierda del edificio se encuentran tres arcos, de los que, según una leyenda, uno fue usado por un rico hombre de la ciudad para esconder sus posesiones, estando en los otros dos la enfermedad y el hambre, por lo que nadie se atrevería a buscar las riquezas, por desconocer cual de los arcos oculta las riquezas.