muerta mártir durante la Guerra Civil.
Estudió en la Escuela de las Hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia en La Puebla, y se sintió atraída por la tarea educativa que hacían.
Así profesó como una hermana el 14 de octubre de 1922, siendo enviada a Lloseta donde se dedicaría a la enseñanza de los niños más pequeños del poblado.
Entre 1926 a 1930 Catalina fue enviada al Seminario de Menorca; con el paso del tiempo, la enviaron a Barcelona.
Al estallar la Guerra Civil, Catalina estaba en Barcelona y, con otros religiosos, fue detenida y sufrió martirio en el barrio del Coll, de Tibidabo; quedando malherida y seguidamente fue ejecutada por fusilamiento en el camino de El Valle de Hebrón por milicianos, el 23 de julio de 1936.