Castillo de Turís

[2]​ La fortaleza dispone de un recinto externo, muy amplio, que debió albergar la primitiva alquería.

El oratorio (zagüiya)[3]​ contenía la sepultura (maqbara) con los restos de una persona santa.

Era visitado por los lugareños, que accedían por el muro de la alquibla, orientado hacia La Meca.

Este edificio tenía una cubierta plana diseñada para recoger el agua de lluvia, que se almacenaba en una cisterna en el exterior del recinto.

[1]​[4]​ Durante el primer tercio del siglo XIII, los almohades realizaron diversas reformas.

También se realizaron mejoras en el camino de ronda y nuevas dependencias en el interior, pero la cisterna siguió quedando fuera del recinto.

Había también un granero, dos lagares, tres bodegas; el torreón fue destinado a mero almacén y armero.

Las almenas fueron sustituidas por parapetos con troneras, de forma que facilitaba su uso para disparar espingardas y ballestas.