Alrededor del año 1206 los primeros señores del lugar, llamado después Torredembarra, fueron los Tamarit, y pasó luego a Vernet que lo regentó hasta 1342 y que, más tarde, fruto de una venta, pasó a Bernardo de Olzinelles.
Los Olzinelles vendieron los derechos dominicales que tenían de Torredembarra a Pere d'Icart el año 1391 y comenzó así el señorío de los Icart, familia que señoreó el lugar hasta el año 1633, que pasó, por enlace matrimonial, a los condes de Santa Coloma.
Tiene planta cuadrada, con cuatro torres en los ángulos y se organiza alrededor de un patio porticado que tenía una escalera interior, desaparecida.
La portada presenta dos pares de columnas toscanas que sostienen un entablamento con frontón semicircular.
No queda en Cataluña ningún otro edificio de nueva planta del Renacimiento catalán.