Castillo de Santa Catalina (Tarifa)

El cerro debe su actual nombre a una antigua ermita dedicada a Santa Catalina de Siena, cuyo único testimonio gráfico es el citado dibujo realizado en 1567.

Al ser un lugar apartado, sirvió como lazareto durante la epidemia de peste del siglo XVII.

Una vez cedido el cerro por la corporación municipal tarifeña al Estado en 1928, se redacta en 1929 el proyecto para este edificio, diseñado desde su origen siguiendo los cánones renacentistas pero construido con materiales actuales.

Entre 1930 y 1931, se levanta el edificio con el aspecto de palacete renacentista que hace que se le bautice popularmente como Castillo de Santa Catalina.

Actualmente el Castillo de Santa Catalina se encuentra abandonado, y cada vez más deteriorado, después de que en octubre de 2006 fueran paralizadas por orden judicial las obras que lo restauraban, lo cual denuncian asociaciones vecinales.

Vista del castillo desde abajo del cerro.