Este proyecto no fue bien acogido en la corte pues para la metrópoli era de trascendental importancia fortificar y amurallar La Habana, por lo que todos los recursos debían ser destinados a la capital de la Isla.
[6] En 1697 se abandonan las labores constructivas por falta de dinero y mano de obra y no se reinician hasta el año 1731 bajo la obra del Ingeniero Antonio Arredondo.
[7] Tras la toma de La Habana por los ingleses en 1762, el Comandante del Castillo Antonio García de Solís vuela la fortaleza causando significativos daños a la misma.
Con posterioridad a esta fecha el castillo tendría diversos usos.
[8] En 2009 se inauguró el Museo Nacional de la Ruta del Esclavo