Se halla en una posición estratégica a la entrada de los siete valles del Lavedan.Fue cedido a Inglaterra por los términos del Tratado de Brétigny (1360), para volver a ser territorio de Francia al inicio del siglo XV, tras haber sufrido dos asedios.En el siglo XVII, el castillo se convirtió en una prisión real y, después de la Revolución Francesa, en prisión del Estado, función que mantuvo hasta principios del siglo XX.En 1921, sus instalaciones pasaron a albergar el Musée Pyrénéen, el mayor y más importante de la región, que hasta hoy presenta a los visitantes aspectos del arte y de la vida cotidiana de la región, desde la cocina local a la indumentaria.Está clasificado como Monumento Histórico, por el Ministerio de la Cultura Francés, desde 1933.