Castillo de Cola

Situado en una posición dominante sobre una pequeña colina, hay poca información histórica sobre este importante sitio arqueológico.

Según el historiador José Leite de Vasconcelos, las ruinas de Cola pertenecieron a un castro anterior al período romano, tal vez del Neolítico tardío o del Calcolítico, debido a los rastros encontrados en el sitio.

[1]​ Los rastros encontrados en el sitio permitieron una posterior identificación cronológica en las edades del cobre, el bronce y el hierro.

[2]​ El castro fue entonces utilizado durante la dominación romana y cristiana, según un proceso de adaptación de la religión pagana al cristianismo[2]​ Fue ocupado por fenicios o cartagineses, y los rastros relativos al período romano fueron insuficientes para permitir una conclusión.

[1]​ Una tercera creencia popular vinculada al monte Castro da Cola es que las mujeres que se resbalaban en una losa natural cerca de uno de los barrancos, llamada piedra resbaladiza, tendrían más éxito durante un parto.

[1]​ Según el investigador, leyendas similares a ésta se han encontrado en otros lugares del país y en Francia.

[1]​ Las ruinas de Castro da Cola son conocidas por los historiadores desde hace medio milenio, habiendo sido mencionadas por André de Resende, Manuel do Cenáculo, Gabriel Pereira y Estácio da Veiga.

[1]​ En 1897, el sitio fue investigado por José Leite de Vasconcelos, durante una excursión a la región del Bajo Alentejo.

El arqueólogo Abel Viana fue el pionero en su estudio sistemático, basado en las leyendas locales que se referían a un tesoro de la "moura encantada".

Mapa del Castillo de Cola, realizado en 1813 por el fraile Manuel do Cenaculo , y posteriormente copiado por Estácio da Veiga en 1891.
Gárgala ornamentada de un contentor, recogido por José Leite de Vasconcelos en 1897.