Castillo de Brozas

En el siglo XVII en plena guerra con Portugal se levantó un recinto abaluartado tal y como se conserva hoy en día, en forma de talud, que sirvió para disponer sobre ella piezas de artillería.

Hay tres tipos de construcciones correspondientes a tres diversas etapas: de la etapa medieval lo más interesante es la torre del homenaje, que no tiene mucha altura, las caballerizas y dependencias para vivienda y almacenes.

La obra, por diferentes inconvenientes surgidos se alargó durante las dos primeras décadas del siglo XVII.

El recinto amurallado y los cubos no tienen almenas y al no ser ambos excesivamente altos, el aspecto se aproxima más a un edificio palaciego que a una construcción defensiva.

Por este motivo se dotó al recinto de elementos defensivos contra la potente artillería que ya existía.

Se reforzaron los flancos de la fortaleza con baluartes macizos y dándoles un cierto talud a las murallas para que los impactos no fueran frontales.

[7]​ En la actualidad, la propiedad del castillo recae en manos privadas, estando dividido en dos parcelas catastrales distintas dedicadas a vivienda y labores agrícolas, aunque una de ellas está en completo estado de abandono.

Una de las esquinas del castillo