[3] En el año 980 el conde Oliba y su esposa Ermengarda dieron a Sunifredo, abad de San Lorenzo un alodio situado dentro del término del castillo de Madrona.
En un documento del 1095, Guillermo Ramón I de Cerdaña se intitula señor.
Pocos años más tarde, Dalmau Bernat repetirá homenaje por los castillos al conde Bernat de Cerdaña y el 1131 a Ramón Berenguer III conde de Barcelona.
La propiedad del castillo a la familia de los Bergadá conduce a formular una hipótesis sobre el cambio del nombre primitivo, Madrona por Bergadá; el castillo era conocido como Castellberguedà, nombre que aún persiste en la toponimia identificando la cordillera de Queralt.
Desde el final del siglo XII se han perdido casi las trazas históricas.