Esta posición contribuyó a la elección del lugar como sede de las antiguas ciudades.
A poca distancia se estableció el importante monasterio benedictino Tergu, ahora objeto de estudio arqueológico, mientras que en la colina hay lo que fuera probablemente un monasterio de ermitaños antonianos, en torno al cual se sumaron a la población local, principalmente para convertirse en un hospital para leprosos cuando fue fundada en 1102, el castillo de la familia Doria de Génova, llamado Castelgenovese.
Ésta se considera la fecha oficial de construcción del castillo, pero los estudiosos creen más probable en el período feudal.
Ese fue el nacimiento de la ciudad tal cual la conocemos hoy en día pese a la urbanización masiva que se produjo desde 1950.
La ciudad empezó a perder importancia en la primera mitad del siglo XIX, debido al autoritarismo de los terratenientes y al empobrecimiento de la vida cultural y social, única alternativa a la poca tierra cultivable, debido a la gradual desaparición de los seminaristas, religiosos y del obispo.