Caso Hermosilla

En la grabación, Hermosilla propone a Sauer sobornar a funcionarios del SII y la CMF para obtener información confidencial sobre la investigación en curso,[1]​ además de otras acciones que involucraban establecer conexiones personales con dichos funcionarios para resolver el problema.

[14]​ Tras la revelación de Ciper, Hermosilla emitió un comunicado afirmando que la publicación era «ilegal» por tratarse de una conversación privada entre él y su cliente, y que los sobornos propuestos no eran reales, sino una táctica para presionar o engañar a su cliente Daniel Sauer y que éste le entregara dinero.

[15]​ Varios abogados y especialistas en derecho refutaron esta defensa, señalando que cuando se está en presencia de un delito, las pruebas, aunque obtenidas sin consentimiento, pueden ser válidas en un proceso judicial.

[17]​ El 27 de agosto, la jueza a cargo del caso decretó la prisión preventiva para Luis Hermosilla y Leonarda Villalobos mientras dure la investigación.

[28]​ Ese mismo se comenzaron a filtrar en la prensa la diversidad de conversaciones de Hermosilla incluso con personajes cercanos a la ex Concertación o Nueva Mayoría, como el actual ministro y exsenador socialista Álvaro Elizalde,[29]​ el abogado Francisco Feres y la exministra Ana Lya Uriarte.

Según la nota periodística, esos chats de mensajería instantánea muestran la coordinación entre Guerra, Hermosilla y el exministro del Interior, Andrés Chadwick, para darle una salida favorable a las causas del financiamiento político ilegal hechas por el grupo Penta en el llamado Caso Penta.

Los chats además evidenciaron cómo mientras Guerra conversaba con Chadwick y con Hermosilla sobre esas causas, el exfiscal les solicitaba trabajo.