Casimiro Szlapelis

Apodado el abuelo del aire, es recordado entre otras cosas por "bombardear" escuelas con caramelos para los niños.

Ese mismo año le declara amor por carta a una chica local, Amalia Ramig, rusa proveniente de una colonia volga.

Cuando la familia de la chica se opone por ser ella menor, él espera a que cumpla la mayoría de edad, y se casan años después, en una localidad distinta ya que no había iglesia en su pueblo por ese entonces.

Realizó el curso de piloto con Próspero Palazzo y en 1933, sin permisos ni licencia, emprende vuelo en un avión planeador.

Bautizado como "El Chimango", con este avión traslada enfermos, materiales y gente para llevar a trabajar en la patagonia.

Es quién cuida y mantiene el sepulcro matrimonial, visitándolo repetidamente, sobre todo en los otoños, pues parece que Amalia falleció un día del mes de marzo.