[1] En su origen, se trataba, por lo general, de una casa particular que acogía huéspedes para comer, dormir o en «pensión completa», por un precio módico.
Un modelo que conservaron las medievales vías romeas, y los viajeros del Camino de Santiago.
[9] En las grandes capitales españolas a mediados del siglo xix, fueron el recurso de hospedaje más frecuente adoptado por los forasteros.
Esta normativa, coincidente con el periodo del franquismo,[12] sería luego modificada en virtud de las diferentes disposiciones legales adoptadas por cada autonomía.
Otro edificio con denominación caprichosa relacionada es la La pensión Hằng Nga, moderna construcción vietnamita dedicada a la diosa china de la Luna.