Una vez más sería un suceso terrible el que grabara en la memoria madrileña el nombre de aquel animal, pues ocurrió que habiéndole ofrecido un bollo caliente (un 'mollete abrasando' especifica Répide) un mozo del vecino horno de la Mata, enfureció a la bestia, que rompiendo la valla que la enjaulaba arremetió contra el desdichado muchacho hasta matarlo.
Fugado el rinoceronte, tras una noche tragicómica en que el pueblo de Madrid la buscó acosando sombras, aparació al día siguiente en las lejanas eras de Vicálvaro.
[4][1][6] Los cronistas Carlos Cambronero e Hilario Peñasco informan de que fueron Juan Gabriel de Ocampo y María de Meneses los primeros en levantar casas en la calle, ya en el siglo xvi,[1] anotan también que en el número 2 estuvo establecido durante un tiempo la sede del Círculo de Bellas Artes.
[4] Añade el cronista Répide que estuvieron en este calle el Café de la Alegría y la Fonda de Barcelona, posada donde vivió hospedado el escritor Roberto Robert.
[9] Pedro Laín Entralgo recuerda en sus memorias como, allá por el 12 de abril de 1931, quedaba en esta calle, cual «fósil paleolítico», un círculo maurista.