Casa de Maternidad Municipal de San Sebastián

Contaba con 60 camas[3]​ distribuidas en una sala con 25 camas generales y otras salas de pago individuales, con lo que atendían a mujeres de todos los estamentos sociales.[4]​ Como condiciones precisas para el ingreso a las parturientas se les exigía llevar dos años empadronadas en San Sebastián y que se quedaran con el hijo que debía de nacer y no sirviera la casa de pretexto para abandonar a la criatura.[6]​ En el hospital había profesionales de otras especialidades relacionadas, como el pediatra Aurelio Maeso o el analista Ramón Uriarte.En esos años eran habituales los partos domiciliarios atendidos por parteras, comadronas visitadoras o menos frecuentemente por médicos.No sería hasta los años cincuenta cuando se generalizó el parto hospitalario.