La Casa Museo Sarmiento tuvo como primer propietario a Federico Álvarez de Toledo Bedoya, (Buenos Aires, 1826 - id.
1923), quien era un estanciero que construyó la casa en 1855 y quien fue un íntimo amigo de Domingo Faustino Sarmiento.
Álvarez de Toledo, dueño de la isla en Tigre, regaló a su amigo Sarmiento la propiedad, cuando supo que él quería tener una casa en la zona del Delta del Paraná.
Sin embargo, los lujos de la arquitectura europea también llegaron al Delta y le impregnaron el toque de romanticismo y glamour que poco tiene la funcionalidad americana.
En 1966, un decreto del por ese entonces Presidente Arturo Umberto Illia la declaró como Monumento Histórico Nacional y, gracias a ello, hoy se conserva parecida al resto de las casas madereras del delta.