Casa-Museo Antonio Padrón

La primera exposición, de tipo conservacionista, la organizaron Lázaro Santana y Felo Monzón.

En ellos se inspiró para crear sus cuadros, no desde la pura observación artística, sino desde la implicación con la sociedad de su entorno.

Él se definía como un “expresionista sin desgarraduras” para no situarse dentro de ninguno de las tres corrientes en que se suele clasificar dicho movimiento: realismo social, fauvismo y expresionismo psicológico.

Está vinculada al expresionismo por su gusto por lo popular, la interpretación que hace en sus cuadros de los mitos, las costumbres y el folclore grancanario.

Además, el recuerdo y puesta en valor del arte primitivo autóctono desarrollado por los artistas de la Escuela Luján Pérez (Plácido Fleitas, Jorge Oramas, Felo Monzón, Jesús Arencibia…), le descubrieron el riquísimo acervo pictórico que ofrecía Gran Canaria.

A la entrada del museo hay un jardín que expresa las inquietudes espirituales de Padrón.

Esta publicación pretende mostrar la importancia que para Antonio Padrón tenía el patrimonio arqueológico.

Interior de la Casa-Museo
El jardín.