Probablemente se forma in vivo por la dimerización del ácido carpámico.
[6] Al incrementar las dosis de carpaina desde 0.5 mg/kg a 2.0 mg/kg se observó una disminución progresiva en las presiones arterial, diastólica y sistólica.
A una dosis de 2 mg/kg, la carpaína reduce el gasto cardiaco sin alterar la resistencia periférica.
De estas observaciones se concluyó que la carpaína actúa directamente sobre el miocardio.
Los efectos de la carpaína pueden estar relacionados con su estructura macrocíclica y con su capacidad para quelatar metales.