La mayor parte de la ciudad se vuelca con esta fiesta, transmitiendo el interés por ellas generacionalmente.
En muchos casos, los integrantes preparan con un año de antelación, la búsqueda de complementos, telas, máscaras y actuaciones que realizarán, motivados por un «sentimiento carnavalero», que se vive durante esos días.
En este documento don Luis González, vecino de La Bañeza, hace testamento y expone sus últimas voluntades en diferentes cláusulas.
Durante el franquismo, debido a la fuerte tradición que existía en la ciudad, los bañezanos se saltaban la prohibición de disfrazarse, corriendo el riesgo de caer detenidos o multados por las fuerzas del orden, por lo que se organizaban en fiestas privadas, o en barrios de la ciudad, como El Polvorín, dónde era más difícil ser sorprendidos que no en el centro de la ciudad.
Aunque no es un acto organizado como tal, tiene vital importancia durante todo el año, las reuniones de grupos, amigos y familiares, donde se discuten las ideas del antruejo, diseñando trajes, buscando la originalidad, manteniéndose muchas veces en riguroso secreto para causar la mayor impresión posible.
En él, los grupos participantes preparan una canción con su correspondiente coreografía y disfraz, haciendo las delicias del público.
En ella proclaman a su elección al mejor grupo del carnaval anterior, al grupo más original y un nombramiento especial.El Viernes Tranquilo se celebra desde el año 1997.
El grupo Los +Turba2 junto con el grupo Vagos Permanentes inician la procesión de San +Turbadín a media tarde del viernes; con el nombramiento del «hermano +turvago», título que corresponde a un carnavalero destacado; a continuación, saliendo de la Plaza Mayor y realizando un particular viacrucis por distintas tascas de la ciudad, van procesionando los seguidores, ataviados con disfraces religiosos, al son de una charanga.
Los asistentes iban ataviados con originales sombreros que construían ellos mismos, ya fuera con representaciones alegóricas u originales retoques de color; a la vez que la Plaza Mayor se iluminaba con las bengalas portadas por los disfrazados.
Consiste en una gymkana que sale desde la antigua estación de ferrocarril hasta la Plaza Mayor.
Aunque está enfocada principalmente a los más pequeños, no falta gente de todas las edades.
Este día junto al 16 de agosto son elegidos en pleno, como fiestas locales en la ciudad.
La Peña la Sardina, organiza el Entierro de la Sardina, cortejo fúnebre que componen los peñistas, caracterizados de traje, capa, chistera y larga barba, los pujadores del féretro, con túnica blanca, gorro y babuchas y las lloronas, que representan la viuded de don Carnal.
En el Barrio Mojao, se organizan los actos finales de la mascarada, con precios populares por la zona para los que acudan disfrazados.
La persona elegida como pregonera del carnaval, están normalmente relacionados de alguna manera con la ciudad.
[8] La Bañeza ya cuenta con la Plaza del Carnaval (Coordenadas: 42°18′12″N 5°54′11″O / 42.30333, -5.90306), un espacio verde que se completó en octubre de 2011 con la instalación del monumento al Carnaval, obra diseñada por el artista local Antonio Odón Alonso y realizada por la escuela taller de La Bañeza.
Las charangas bañezanas más importantes son Los 4 Gatos, Rico - Rico y Ritmo Joven, a las que se suman las provenientes de otras ciudades de la geografía española para tocar en los desfiles.
[17] La participación musical se llevó a cabo por el grupo folk leonés Tornadera, la comparsa La Charra y la chirigota gaditana Los Aguafiestas.
Desde entonces, se actualiza con variada información, vídeos, noticias, encuestas, foros, historia y demás aspectos sobre el antruejo.