Además de hablar varios idiomas, era un destacado matemático y físico teórico y experimental, además de poseer una gran habilidad para el acuñamiento y grabado de metales.
[2] Ya en Chile fue un gran predicador, y un eminente catedrático del Colegio Máximo de San Miguel (institución jesuita creada en 1594), donde dicta la cátedra de Teología.
[1] Como procurador, Haymhausen estaba encargado de reclutar en Europa hermanos y sacerdotes dispuestos ayudar en la tarea evangelizadora en Chile.
[2] El trabajo que realizaron aún puede verse en, por ejemplo, la Catedral Metropolitana de Santiago.
[1] Los relojes fabricados por los artesanos traídos por él eran también de calidad sobresaliente, tanto que algunos fueron vendidos a Europa, e incluso uno fue donando al Rey de Portugal (casado con una prima del padre Haymbhausen).