El pintor académico Juan Manuel Blanes aconsejó enviar al joven artista a estudiar a Italia, práctica común en el Uruguay de la época.
Instalado en Roma en 1893, ingresó a la Academia de Bellas Artes, pronto abandonó el academicismo y se interesó por las nuevas corrientes artísticas de la época: los Macchiaioli y el Art Nouveau.
En 1896 instaló su propio taller en la Via Margutta y participó en varias exposiciones.
Su obra se caracteriza por la soltura de su pincelada sin dejar de lado la precisión verosimil, así como la tendencia a pintar individuos y no grupos.
Durante su estadía en Italia utilizó como fondo para varios retratos un biombo pintado por él de características abstractas, estilo que no sería legitimado hasta 1910.