[1] En la década de 1960 emigró a Canadá, y aunque la experiencia no salió bien, pues el estudio en el que recaló cerraría a los tres meses,[2] su labor llamó la atención de William Hanna, el fundador de Hanna-Barbera, para cuya compañía estuvo trabajando durante cinco años como animador profesional.
[2] Hanna-Barbera externalizó la animación de sus series en los años 1970, por lo que Carlos Alfonso regresó a Madrid para fundar el estudio Filman junto con Juan Ramón Pina.
[4][5] También participó en la película Mágica aventura (1973) de Cruz Delgado.
[6] En su mejor época Filman llegó a contar con más de 50 empleados,[5] pero los encargos menguaron en los años 1980 por la externalización a otros estudios asiáticos.
[1] La labor de Carlos Alfonso en la animación española ha sido reconocida en 2016 como «homenaje al profesional» por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.