Especializado en retratos, llevó una vida viajera, trabajando para diversas cortes europeas.
No se tienen datos precisos de su etapa de aprendizaje, que pudo haber realizado en Lugano, en el taller de Giuseppe Antonio Petrini,[2] y perfeccionado, no antes de 1725, en Venecia, en el estudio de Jacopo Amigoni, aunque el primer retrato que se le conoce, el retrato de una dama turinesa firmado por Rusca en 1722, es anterior a esa posible estancia de aprendizaje en Venecia.
[1] En 1734 debía de encontrarse de vuelta en su patria, donde retrató a Isaac Steiger, pero las dificultades para encontrar comitentes en ella hicieron que se trasladase a Kassel, para cuya corte trabajó de 1734 a 1736.
Un año más tarde viajó a Hannover y Potsdam iniciando un periplo por diversas cortes del norte de Europa hasta llegar a Londres, posiblemente ya en 1739, y establecerse definitivamente en Milán hacia 1748.
[3] También en la década de 1750 realizó algunos trabajos para la corona española.