El objetivo es que el hombre lleve a la mujer por una pista de varios obstáculos en el menor tiempo posible.
A finales del siglo XIX merodeaba por la zona un ladrón conocido como Rosvo-Ronkainen.
Al parecer este sólo aceptaba a seguidores que probasen su valía en una pista de obstáculos.
El deporte se practica ahora por todo el mundo y tiene su propia categoría en el Libro Guinness de los récords.
La pista original sobre un suelo abrupto con vallas, piedras y arroyos se ha cambiado para adecuarse a las condiciones modernas.