En 1967 fue elegido Presidente de la Comisión Pontificia para América Latina.La mediación papal llevada a cabo por el Cardenal Samorè evitó una guerra inminente entre dos países eminentemente católicos gobernados por dictaduras militares.Su acción encaminó a Chile y Argentina hacia el Tratado de paz y amistad entre Chile y Argentina firmado en 1984 ante el secretario de Estado de la Santa Sede, Agostino Casaroli.A partir de ese momento, las negociaciones por la paz concluyeron felizmente con la propuesta de paz y amistad presentada por el papa Juan Pablo II en diciembre de 1980, aceptada por ambas naciones.El Cardenal Antonio Samorè no pudo ver la concreción del tratado pues falleció antes de la firma del mismo.
Honores rendidos frente al monumento al cardenal Antonio Samoré, en Santiago de Chile.