Leyenda del teatro cubano que marcó una época con su simpatía, ingenuidad, talento y gracia natural.
Con la Compañía de Suárez y Rodríguez hizo largas jornadas durante los años treinta en el Teatro Martí, donde actuó en María Belén Chacón, El clarín, La hija del sol, Amalia Batista, La Habana que vuelve, Leonela, Soledad, Rosa la China.
Se sucedieron sus exitosas actuaciones en los teatros de la isla: Cárdenas, Marianao, Blanquita, Terry, Sauto, La Caridad.
Siguió en el cine con Ratón de velorio, Chicharito Alcalde, Rincón criollo, Qué suerte tiene el cubano, Yo soy el hombre, Soy un bicho y Allá va eso.
Sumó a su intensa labor en los diferentes medios presentaciones en el night-club capitalino El Bambú como figura principal de sus revistas musicales.