Su propuesta contó con el apoyo de la mayor parte del COI, incluyendo a su entonces presidente Juan Antonio Samaranch, y estuvo considerada como la favorita desde el principio.
[1] Sin embargo, su candidatura también fue cuestionada por la situación de los derechos humanos en ese país y el Parlamento Europeo pidió que no fuese seleccionada.
En la segunda fase, las candidaturas finalistas responden a otro cuestionario más detallado.
La Sesión del COI en la cual se elige a la ciudad que organizará los JJ.OO.
se lleva a cabo en un país que no haya presentado ninguna candidatura.
Los miembros de los países con una ciudad que participa en la competición no pueden votar mientras esta siga compitiendo.
En su informe final, el Grupo de Trabajo recomendó solo cuatro ciudades: Pekín, París, Toronto y Osaka.
[4] Las restantes ciudades aspirantes —en orden: Kuala Lumpur, Sevilla, Bangkok, El Cairo y La Habana— fueron eliminadas.
La Comisión de Evaluación redactó un informe en el que cada candidatura fue valorada en dieciocho puntos esenciales para la organización del evento.
[2] Sobre la candidatura de Osaka existían dudas por la financiación, mientras que Estambul fue la peor valorada en líneas generales.
Este resultado fue calificado de sorprendente, pues se produjo a pesar del lobby que ejercieron las autoridades chinas para ganar apoyos.
[2] La Comisión de Evaluación destacó como puntos fuertes el apoyo ciudadano (cercano al 95%), las garantías en la construcción de infraestructuras y la colaboración del Gobierno chino, por lo que fue desde el principio la favorita para el Comité Olímpico Internacional.
Incluso fue apoyada por Juan Antonio Samaranch en sus últimos años al frente del COI.
Sin embargo, el Parlamento Europeo y algunos congresistas estadounidenses habían pedido que los Juegos no se realizaran en China por la situación de los derechos humanos allí.
La ciudad tiene franquicias en las principales competiciones deportivas norteamericanas (MLB, NBA, NHL) y ya se postuló para la edición de 1996, que perdió contra Atlanta.
[10] De las 35 instalaciones recogidas solo hacía falta construir nueve, pues el resto ya funcionaban.
[10] La Villa Olímpica acogería por primera vez en la historia a todos los atletas, ya que incluso las pruebas de fútbol se harían en ciudades cercanas, y al término del evento se había proyectado su reconversión en área residencial.
La Comisión de Evaluación señaló que el punto más atractivo era la concentración en un área cercana al centro de la ciudad, el legado que se dejaría y el gran apoyo financiero público y privado.
Esta fue la tercera ocasión que Estambul postuló a la organización del evento.
En la isla Maishima se levantaría el Estado Olímpico y el parque acuático, mientras que la Villa Olímpica se situaría en la isla Yumeshima, a tan solo 400 metros de distancia.
[11] Del mismo modo, algunos congresistas estadounidenses y la oenegé Amnistía Internacional lamentaron la decisión.
[13][14] Juan Antonio Samaranch, presidente del COI durante la elección, fue uno de sus mayores defensores.
[15] Jacques Rogge, a través de un portavoz, negó tajantemente esa historia y declaró que su victoria fue por una amplia mayoría, añadiendo que por esa razón las acusaciones no tendían sentido.