Chopin, interpretado por Cornel Wilde, es presentado ante el público como un niño prodigio tocando una pieza de Mozart, pero en cuanto empieza a tocar el piano puede ver por la ventana como las autoridades rusas están apresando a polacos.
Además cuando finalmente toca en el concierto, interrumpe su interpretación cuando ve entrar al Gobernador Ruso de Polonia.
Se pone en pie y anuncia, «No toco para los verdugos del Zar».
La primera obra de Chopin que se oye en París es su Polonesa heroica, una canción dedicada a Polonia.
La película fue candidata a varios premios de la academia, entre ellos al mejor actor principal (Cornel Wilde).