Canal de Yucatán

[6]​ La Corriente de Yucatán fluye fuertemente en el lado occidental del canal, mientras que la Contracorriente de Cuba fluye en dirección opuesta en el lado oriental del canal.

Con estos afloramientos se producen enormes floraciones de plancton que atraen a toda una gama de especies, desde pequeños moluscos hasta animales más grandes como tortugas, aves y mamíferos marinos.

Este frenesí alimenticio también atrae al pez más grande del mundo, el tiburón ballena y, por supuesto, a los curiosos gigantes oceánicos, las mantarrayas.

Ambos animales, aparentemente grandes, se alimentan por filtración y acuden anualmente a la zona para darse un festín con el bufé de plancton.

Se destaca la precencia de la manta raya del Caribe Mobula cf.

[10]​ El Canal de Yucatán se convirtió en un punto caliente para la piratería durante los siglos XVII y XVIII.

Piratas como los liderados por el corsario inglés Sir Francis Drake atacaron a las flotas de tesoros españoles que navegaban por estas aguas.

Los españoles, a su vez, construyeron fortificaciones en ciudades costeras como Campeche y Veracruz para protegerse contra estas amenazas.

Los puertos en la península de Yucatán, como Campeche, desempeñaron papeles significativos en esta red comercial.

[11]​ Por otra parte fue una vía navegable por aquellas naves que practicaban el contrabando sobre las colonias españolas.

Aunque fue principalmente un conflicto terrestre, impactó las actividades marítimas y el comercio en la zona.

[14]​ Turismo y desarrollo económico: en la segunda mitad del siglo XX, la región del canal de Yucatán, particularmente la península de Yucatán, vio un crecimiento significativo en el turismo.

A principios del siglo XXI, el canal de Yucatán sigue teniendo importancia geopolítica, siendo una ruta marítima vital con una importancia continua para el comercio y la seguridad regional.

Su ubicación estratégica continúa haciéndolo un área importante para los intereses comerciales y ambientales.

Mapa donde se ve el Canal de Yucatán.