[2] Los historiadores posteriores cuestionaron si realmente el rey persa había construido dicho canal, pero excavaciones arqueológicas modernas han demostrado definitivamente su existencia.
Según lo relatado por Heródoto,[4] Jerjes confió la excavación del canal a Bubares y Artaqueas, ambos persas de alto rango.
El historiador muestra las dificultades encontradas: el avance del canal era lento y las paredes se desmoronaban, teniendo que reexcavar de nuevo.
Fueron los fenicios, dice, quienes mostraron a los demás cómo hacerlo: se dio a las orillas un perfil oblicuo, con casi el doble del ancho del canal en su parte superior que en el fondo, lo que dificultaba el desmoronamiento de las paredes.
[7] El canal está ahora completamente relleno, pero es detectable en el suelo, así como en fotografías aéreas.