El canal Volga–Don (en ruso: Волго–Донской судоходный канал имени В. И. Ленина, romanizado: Volgo-Donskoy sudojodny kanal ímeni V.
En 1701, Pedro I inició un segundo intento (el llamado canal Ivánovsky, en Yepifán) bajo la administración del knyaz Matvey Gagarin.
En 1709, debido a las dificultades financieras causadas por la Gran Guerra del Norte, se detuvo el proyecto.
En 1711, bajo los términos del tratado del Pruth, Rusia abandonó Azov y Pedro I perdió todo interés en el canal, que fue abandonado y se convirtió en ruinas.
[2][3] A lo largo del tiempo, se propusieron otros proyectos para conectar ambos ríos, pero ninguno fue adoptado.
En 1952, el número de convictos empleados en la construcción llegó a su tope, con 100.000 personas.
Entre los distintos cargamentos que se suelen transportar desde la región del Don a la del Volga se incluye carbón desde Donetsk, materiales de construcción y grano.
El compositor ruso de música clásica Serguéi Prokófiev escribió el poema sinfónico El encuentro del Volga y el Don para celebrar su finalización.
[4] Una fuente alternativa (no necesariamente comparable) establece que en 2006 se transportaron unas 8,05 millones de toneladas por el canal.
Aunque la segunda opción requiere cavar un canal más largo que el Volga-Don, y podría ser de menor utilidad para las embarcaciones que vinieran del Volga, podría proporcionar una conexión más directa entre el mar Caspio y el mar de Azov.