La Agencia Espacial Canadiense (en inglés: Canadian Space Agency [CSA]; en francés: Agence spatiale canadienne [ASC]) es el organismo que gestiona el programa espacial de Canadá.
La sede de la CSA/ASC se encuentra en el Centro espacial John H. Chapman en Longueuil (Quebec).
Este trabajo pronto conduciría al desarrollo del primer satélite de Canadá conocido como Alouette 1.
Canadá tiene permitido participar en programas opcionales; también tiene que contribuir al Presupuesto General, pero no tanto como lo hubiera implicado la membresía asociada.
El acuerdo tiene una disposición que garantiza específicamente un retorno industrial justo a Canadá.
El segundo, en 1992, seleccionó a Chris Hadfield, Julie Payette, Dafydd Williams y Michael McKay.
Dos ex astronautas canadienses nunca volaron en el espacio; Michael McKay renunció por motivos médicos[18] y Ken Money renunció en 1992, ocho años después de su selección.
Esta misión marcó la finalización de la compensación de la NASA a Canadá por su contribución a los programas del Transbordador y la Estación Espacial Internacional, lo que significa que no hubo oportunidades restantes confirmadas de vuelos espaciales para los astronautas canadienses.
La CSA/ASC ha contribuido componentes en los proyectos de ESA, NASA, ISRO, JAXA y SNSB en el pasado.
[30] Actualmente, Canadá está contribuyendo con el sensor de guía fina (Fine Guidance Sensor) para el próximo lanzamiento de la NASA del James Webb Space Telescope.
[31] Además, las universidades canadienses y los contratistas aeroespaciales, incluidos la Universidad de Calgary,[34][35] UTIAS-SFL, COM DEV, MDA, Magellan Aerospace, Telesat y otros, han proporcionado componentes a varias agencias espaciales internacionales.
El anuncio convirtió a Canadá en el primer socio internacional en el proyecto Lunar Gateway.
Como parte del anuncio, Canadá se ha comprometido a gastar 2,05 mil millones de dólares durante 24 años para desarrollar la próxima generación de Canadarm 3.
[36][45] Según funcionarios de la Agencia Espacial Canadiense, un proyecto a gran escala tardaría entre 10 y 12 años en diseñar y construir un pequeño lanzador de satélites.
[46] Aunque una nueva instalación de lanzamiento en Canso, Nueva Escocia, está en progreso (operación esperada para 2020), su uso previsto es para lanzamientos comerciales del cohete ucraniano Cyclone-4M.