Este comportamiento cambia cuando la colonia crece, volviéndose agresiva y defendiendo su territorio contra amenazas.
Los lugares preferidos por esta especie para formar un nuevo hormiguero son bajo grandes piedras o maderas en descomposición, aprovechando estas para hacer de radiador del hormiguero y mantener una temperatura adecuada para su desarrollo.
Cuando una colonia está madura, su reina pone unos huevos diferentes al resto (no en aspecto) de los cuales saldrán princesas y machos.
Una vez la reproducción tiene éxito y la princesa es fecundada, esta pasa a denominarse reina, mientras que el macho muere.
Tras esto, la reina excava un nido en el cual pone su primera puesta de huevos y como alimento se arranca sus alas.