Esta zona permite el tiro con diversas piezas de artillería desde las otras parcelas.
[3][4] En las zonas de acceso restringido encuentran refugio especies elusivas como los lobos.
[5] Las parcelas pequeñas se encuentran dispersas en los términos municipales y hay zonas cultivadas y habitadas en el terreno entre las parcelas.
[7] El uso de la zona como campo de maniobras comenzó durante la Segunda República y fue continuado de manera informal por el Ejército hasta 1963, cuando se oficializó su uso con un convenio entre el Ministerio del Ejército y los municipios afectados.
[14][5] La abundancia de restos arqueológicos en el campo, con las minas de oro pudiendo representar el más extenso complejo minero romano,[15] han llevado a algunos oponentes del campo a proponer que se convierta en un parque arqueológico que, gracias al posible turismo, revitalice la comarca.