La competición se jugó bajo el sistema de eliminación directa, en partidos únicos.
El campeón fue Colo-Colo, que, con una victoria por 2-1 ante Unión Deportiva Española en la final, se adjudicó su primer título del Campeonato de Apertura de Chile.
Diversos equipos pagaban sueldos a sus jugadores, y aunque la práctica no era legal, el fenómeno se masificó a nivel internacional.
Esta irregularidad encubierta se acrecentó debido a diversas giras de clubes por países en donde ya existía el profesionalismo, sumado esto a la presencia en Chile de jugadores extranjeros profesionales.
No obstante, los dirigentes de la asociación rechazaron la petición.