La capital jordana, Amán, está a unos 50 kilómetros de distancia.
En concreto, los refugiados del campamento de Souf enviaron comida enlatada, dátiles, botellas de agua y mantas, según detalló el responsable del campamento, Abdul Muhsin Banat.
[6] Alrededor del 98% de sus habitantes tienen acceso a agua corriente.
[7] El gobierno jordano gestiona una oficina postal, una comisaría y un club juvenil en el campamento.
Hay seis escuelas; las cuatro de educación primaria dependen de UNRWA y trabajan a doble turno,[2] mientras que las dos que proporcionan educación secundaria son administradas por el gobierno jordano.