Un encuentro con Hokkai Takashima en 1885 lo sensibilizó con el arte japonés y sus técnicas de grabado sobre madera.
También colaboró con Émile Friant para la decoración de los muebles destinados a Louis Majorelle.
En 1893 participó en el Salon du Champ-de-Mars con Victor Prouvé y René Wiener, y presentó varias obras que le valieron el reconocimiento nacional e internacional.
Pintó sobre todo paisajes de los Vosgos utilizando diversas técnicas como el esmalte, cerámica y xilografía.
Entre 1893 y 1895, André Marty publicó en L'estampe originale varios trabajos de Camille Martin entre los de Bonnard o Toulouse-Lautrec, entre otros.