Desde Estados Unidos enviaba colaboraciones a la revista Ciclón (de La Habana).
Tras la Revolución cubana, regresó a Cuba, donde realizó una intensa labor periodística, realizando crítica teatral, comentarios de libros, traducciones de revistas y obras literarias diversas; en esta época se relaciona con figuras literarias como Antón Arrufat, Miguel Barnet, Guillermo Cabrera Infante y Virgilio Piñera.
En su obra expresó con vehemencia el derecho a salir de los modelos sociales estereotipados.
Trabajó como intérprete simultánea en la ONU, viajó de un país a otro (Reino Unido, India, Canadá, Turquía, Suiza, Italia).
Entre los motivos del suicidio se encuentran las contradicciones que desgarraron al escritor en relación con su origen, sus opiniones políticas y su homosexualidad.