Su nombre procede de la entrada principal para los carruajes que traían la correspondencia.
Esta calle da salida a la segunda puerta del edificio de Correos (la principal da a la Puerta del Sol).
En la actualidad la calle del Correo es, de las diez calles que nacen en la Puerta del Sol, la de menor tránsito y anchura.
El nombre es adquirido por ser la calle por la que entraban y salían las postas de correos.
Esta situación hacía que la calle fuera muy transitada por curiosos.