Como es costumbre de los costarricenses su nombre popular ha sido acortado por solo "La Calle".
Ya un poco más "chispeados", proseguían su camino y celebraban su última parada en la que se llamó la Taberna Universitaria (años después Librería Policromía).
Como ese etílico periplo les duraba su buen rato, solían llegar un tanto retrasados a la clase de Castellano.
Angelita Garnier, un día les reclamó: "¿por qué ustedes siempre llegan tarde y en grupo?"
A lo que el alumno respondió, haciéndose el gracioso: "sí, pues como el relato bíblico, a semejanza de lo que pasó Jesús, nosotros tuvimos tres caídas: la primera en el bar María Elena, la segunda en el Isauro's Bar y la tercera en la Taberna Universitaria".
La profesora, un tanto amoscada, como azorada, un poco conturbada, no supo qué acción tomar y prefirió hacer caso omiso a ese cuento absurdo y continuar con su clase.
Y ya nadie se preocupó por inquerir o averiguar cómo fue que surgió ese nuevo apodo para la calle 3 de San Pedro.