Recibe su nombre por Provenza, antigua región del sudeste de Francia.
Aparece como la calle letra J en el Plan Cerdá.
Su denominación actual ya aparece en la propuesta de rotulación de las calles del Ensanche que hizo el escritor, periodista y político barcelonés Víctor Balaguer.
El nombre propuesto por Balaguer fue aprobado en 1865.
Corren paralelas la calle del Rosellón inmediatamente al norte y la calle de Mallorca inmediatamente al sur.