Calle de Mira el Río

Y Mira el Río Baja sale de la Alta bajando hasta la castiza plaza del Campillo del Mundo Nuevo, en la Ronda de Toledo."[3]​ Aunque es más probable que la denominación les viniera de su situación "mirando hacia el río", cuando se urbanizaron esos parajes.Lo cierto es que ya antes de que Mira el Río Baja existiera como tal, se la llamaba la calle de las Pulgas; del mismo modo que a la Alta se la conoció durante un tiempo como calle de Juan García Pasarón, por referencia al sacristán de la parroquia de San Justo, Juan García Pastor, que fundó en esta calle una escuela a la que bautizó con su propio nombre.Hilario Peñasco y Carlos Cambronero a pesar de sus diligentes investigaciones nada aportan sobre la variación en el apellido del sacristán, pero sí especularon con la posibilidad de que el nombre de la calle fuese fruto de algún corrimiento de tierras producido por las lluvias torrenciales que, al desplazar el referido Peñón, dejó a la vista una panorámica del río Manzanares (hubo una "calle del Peñón" en el espacio que luego se rebautizó calle de Carlos Arniches).[6]​ Ambas calles le dieron juego a Benito Pérez Galdós para situar acciones y personajes de sus novelas madrileñas.
Calle de Mira el río alta, placa cerámica de la calle, obra de Alfredo Ruiz de Luna
Calle de Mira el Río Baja (Madrid), en el callejero artístico de Madrid .