Calle de Beatriz Galindo

Debe su nombre a la «camarera, maestra y consejera» de Isabel la Católica.[1]​ Describe un gran arco desde la calle de Segovia hasta la de San Buenaventura, formando un paseo exterior que desciende y asciende en un trazado ondulante por las empinadas laderas del antiguo cerro de las Vistillas; en lo que fuera el barrio de Alfonso VI.[2]​ Si intensa y fructífera fue la vida de la mujer que le da nombre,[3]​ necesariamente modesta es la historia de esta calle en su ajardinada y recoleta existencia.Tardó mucho el Ayuntamiento madrileño en rendir municipal homenaje a la que popularmente se conoció como La Latina, que ocurrió por fin, ya entre el ocaso del siglo xix y el amanecer del xx, y acabó eligiendo un paraje olvidado según estima el cronista Pedro de Répide, entre la cuesta de los Ciegos y la cuesta de Javalquinto.[4]​ Quizá por todo ello, y a pesar de lo lustroso del personaje, la calle de Beatriz Galindo se ve superada por los historiales castizos de otras vías vecinas, como la mencionada cuesta de los Ciegos o la de las Descargas, que en su origen también fueron senderos en el barranco de San Pedro,[5]​ tan ricos en sucesos truculentos,[6]​ sainetes y leyendas de santos.
Placa de azulejos de la calle en el callejero histórico de Madrid.
Calle de Beatriz Galindo, desde la cuesta de los Ciegos , en 2017.