Debe su actual denominación al cuarto marqués de San Nicolás, Diego de Francia y Allende-Salazar (1824-1903), quien fue alcalde de Logroño en tres ocasiones: 1865-68, 1875-81 y 1891-95.[1] Se encuentra situada en la parte norte de la ciudad, paralela al río Ebro.Nace cerca de la confluencia con el puente de Piedra, en la avenida de Viana, y recorre todo el casco antigo logroñés hasta llegar a la calle Once de Junio, donde está situada la muralla del Revellín.La calle Mayor, como se la conocía antes de la actual denominación, y como popularmente se la sigue nombrando, ha sido durante siglos la principal arteria de la ciudad.Sin embargo, y a pesar de su importancia, la calle Marqués de San Nicolás no tuvo salida a la calle Once de Junio hasta 1891, cuando fueron destruidos los 126 metros cuadrados de muralla que precisamente existían en ese lugar.