Su cima, cubierta por las nieves perpetuas y por extensos glaciares, alcanza los 6.110 m de altitud.
[1] Sus deshielos dan lugar a pequeños cursos de agua, que alimentan la cuenca del río Urubamba.
En adelante el camino hacia el callangate se hace caminando durante ocho y doce días y requiere de buen estado físico, en tanto atraviesa pasos o abras a gran altura e implica condiciones de clima diversas.
Sus escarpados espolones y extremas de hielo y roca, hicieron de esta montaña un verdadero “Dios”, calificación que por cierto perdura aún en estos días; la gente que habita en sus alrededores lo considera sagrado y peregrinan anualmente a sus pistas de hielo.
El Callangate fue escalado por primera vez en 1953, por un equipo de alpinistas constituido por los alemanes H.Harner, H. Steinmetz, F. Marz y J. Wellenkamp, del DAV, autores del primer libro Vilcanota Perú.