El territorio que corresponde a la zona de Lenga, era habitado por los mapuches, quienes vivían de lo que les daba el mar; aliándose entre sí, ofrecieron una gran resistencia a la posterior conquista española.
La oferta laboral atrajo a muchas personas, generando un asentamiento espontáneo de los trabajadores.
Se allegan además pobladores de las caletas aledañas como Chome y Peroné.
[3] Actualmente la caleta es un activo polo gastronómico y turístico de la Región del Biobío.
[2][4] En las cercanías también se encuentra el estuario Lenga, hábitat de aves silvestres, entre las que destacan cisnes de cuello negro, cisnes coscoroba, cormoranes, taguas y pelícanos, los que llegan a anidar y a procrear.