Las cabinas de burbuja vienen siendo usadas desde la Segunda Guerra Mundial.
A pesar de que ese modelo nunca llegó a entrar en producción, la idea de la cabina en burbuja fue usada en otros cazas británicos, como el Hawker Typhoon y el Tempest.
Como se puede ver entre los primeros modelos de los P-47 y P-51 (aún sin cabina de burbuja), estos dejaban una zona ciega notable detrás del piloto que los aviadores enemigos podían aprovechar para acercarse sin ser vistos.
Las cabinas tipo burbuja incrementan el campo de visión del piloto a expensas del blindaje trasero en la cabina, haciendo al piloto más vulnerable ante los disparos de cañón enemigos desde atrás.
Esto es un problema menor en los cazas a reacción modernos donde la mayoría de los combates aéreos son resueltos mediante misiles aire-aire.